Coloquio organizado por la Comisión de Debates del Club Siglo XXI en celebración de sus 30 años de Expediciones en balsas.

Con

Kitin Muñoz

Embajador de Buena Voluntad de la Unesco y Cónsul Honorario del Reino de Marruecos

Sobre el tema

"La exploración en el Siglo XXI"

El acto fué presidido por

Demetrio Muñoz García

General Jefe del Mando de Operaciones Especiales

Conversaron con el ponente

Bernardino Lombao

Deportista

y

Cesar Pérez de Tudela

Periodista y Alpinista
 

Moderadora del coloquio

PALOMA SEGRELLES

Kitin Múñoz

Con motivo del 30º aniversario de sus exploraciones en balsas, el aventurero Kitin Muñoz hizo un repaso de todas sus expediciones y su trayectoria.

Recordando como la figura del desaparecido Miguel de la Cuadra Salcedo influyó en su juventud y le hizo enrolarse en el cuerpo de operaciones especiales, los boinas verdes, quienes le preguntaron "¿Para que quería entrar en el cuerpo? y les respondío "Para parecerse a de la Cuadra Salcedo" a lo que le respondieron "Para parecerse a el te hace falta algo mas que entrar en las C.O.E.S". Posteriormente cumplió su sueño de conocer y trabajar con su admirado de la Cuadra y recordó la última vez que se despidieron, cantando juntos en su todoterreno la canción Sau-Sau, que se escuchó como fondo a sus palabras, ante el auditorio como homenaje a la figura de este gran reportero-aventurero al que llamó Hoa Haka Nana Ia "el amigo perdido".

Luego los viajes de Thor Heyerdhal y su balsa Kon Tiki marcaron el rumbo al que encauzaría el resto de su vida, que repasó recordando algunas de sus principales expediciones y las vicisitudes que pasaron en estos viajes; Uru, Mata Rangi I, II y III.

Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO y Cónsul honorario de Marruecos donde ha colaborado para la recuperación del Moussem de Tan Tan, un encuentro donde se dan cita 35 tribus nómadas del Sahara y que fue nombrado patrimonio inmaterial por la UNESCO en el año 2005.

Para finalizar agradeció los apoyos recibidos por la Familia Real y dió las gracias a su familia y en particular al Rey Simeón de Bulgaría por concederle la mano de su hija, Kalina con la que le gustaría cumplir su sueño futuro de poder navegar en una balsa con ella y con su hijo Simeón Hassan.

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